19.4.10

RELATORÍA VIERNES 09.04 Y 16.04



La idea de que las primeras clases fueran dos recorridas distintas por lugares muy concurridos de nuestra Bs. As., y que además yo no conociera, me atrajo. El primer día la consigna era reunirnos en el Hospital Argerich, para luego hacer una recorrida por Catalinas Sur y terminar en la Fundación PROA, donde veríamos la exhibición actual: El Universo futuristas 1909-1936. El segundo día nos encontraríamos en el Teatro San Martin para poder hacer una visita guiada por los interiores del mismo.

El día en La Boca comenzó 9:30, nos reunimos en la puerta del Hospital Argerich, donde hablamos brevemente de su contexto histórico, estructura y formalidad. Desde allí nos dirigimos al barrio Catalinas Sur, a dos cuadras de nuestro primer punto de encuentro. Al comenzar el recorrido por el barrio y escuchar los comentarios de los profesores a cerca del mismo hubo varios puntos que me interesaron. Primero el hecho de que sea un conjunto habitacional planeado como micro barrio, donde la gente que lo habitara pudiera tener todos los servicios que necesitara, además de grandes espacios verdes y amplias circulaciones que comunicaran a todos los edificios entre sí, quedando entre medio, espacios de expansión, canchitas de futbol, etc, dando así una calidad de espacios confortantes.

El otro punto interesante del conjunto es su forma de construcción, racionalizada, donde se buscaron varias formas de ahorrar tiempo y dinero. Unos de los ejemplos dados fue la forma de construcción de las columnas, en donde la medida no variaba en los diferentes pisos y así se podían utilizar siempre los mismos encofrados.



Al continuar la recorrida por el barrio pudimos observar una iglesia que se encuentra dentro del mismo, su entrada estaba conformada por “bloques” de vidrio de distintos colores, hubiera estado interesante poder ingresar a la misma para poder observar el efecto de luces que esto producía en el interior, pero la entrada estaba cerrada.

El último lugar visitado en Catalinas fue el Colegio n° 8 Carlos Della Penna, aquí si pudimos ingresar y recorrer el interior del mismo. Los espacios interiores me parecieron muy interesantes, donde el diseño era acorde a su programa y sus usos. Las aulas, los patios, los baños, las rampas de circulación, todo pensado para sus usuarios, los chicos. Me dio la sensación de que todos los que pasaban varias horas en este colegio se sentían cómodos en ella.



Por último, tomamos un colectivo y fuimos hasta Fundación PROA, lugar que no conocía interiormente, siempre que pasaba por fuera me decía que un día de estos tenía que ir a alguna muestra para poder conocerlo. La muestra del momento era El Universo futurista, periodo de la historia que no tenía muy incorporado, lo cual me sirvió para conocer un poco de esta época. Si bien la muestra me pareció interesante, creo que me llamo más la atención los espacios recorridos en la fundación, las salas, las circulaciones, las visuales del barrio desde el interior del edificio, etc.



En la fundación PROA termino la recorrida del día, la cual puedo decir que fue muy interesante y provechosa, ya sea porque todos los lugares que recorrimos yo no los conocía, y también por todas las cosas que se dijeron durante el día, ya sea de los profesores, alumnos y guías, que suman a lo que uno va viendo e incorporando.





El segundo día nos encontramos en la puerta del Teatro San Martin, Edificio proyectado por Mario Roberto Álvarez y Macedonio Oscar Ruiz, el mismo se inauguró el 25 de mayo de 1960.

La recorrida por el teatro fue dirigida por un guía del mismo, que nos fue mostrando gran parte del teatro, comenzamos viendo la sala principal, con su escenario, tras escenario, y todo el espacio que este necesita para escenografías, artistas, etc. Luego pudimos observar las otras dos salas, más chicas y de otras características. Al recorrer el edificio me daba la sensación que el diseño del teatro era actual en relación a la época en el cual había sido construido, pensaba que si me decían que el edificio había sido construido hace unos pocos años, y no tenia en cuanta la falta de mantenimiento del mismo, podía creerlo tranquilamente. Al terminar la recorrida me propuse ir a ver una obra en la sala principal cuanto antes.

Cuando salimos del Teatro nos dirigimos al Bar El Gato Negro, donde conversaríamos sobre Mario Roberto Alvarez. Allí nos sentamos y con cafecito de por medio pudimos ubicar contextualmente a la obra y a su creador, hojear otras obras de MRA y charlar sobre las mismas. Este cierre en el bar me sirvió mucho, me parecieron muy interesante, al igual que en la recorrida por la Boca, todos los comentarios de los profesores y alumnos, que suman mucho a toda la recorrida visual que hicimos, y que nos permiten, en este caso, entender, o por lo menos intentar acercarnos, al pensamiento del Arquitecto.

JULIETA MAGNO