26.8.11

ANTICOMENTARIO

Uno de los días más fríos del año, costo levantarse. Emprendo viaje, accidente en panamericana. Miro el reloj: 9.15, apuro la marcha, busco el café, veo un Starbucks que invadía la esquina. Pispeo, nadie.

Camino a paso ligero hasta la entrada del zoo, para todo esto 9.40hs. Llego a la entrada principal del zoo, escucho otras lenguas, y veo un cartel, apertura: 10hs. Espero. Llegan los empleados, les consulto por la visita, me dicen: "anda por republica de la india, vas a ver un puesto de diarios".

Nuevamente emprendo camino, a lo lejos veo el puestito que marcaba la entrada. Hablo con el personal de seguridad y me dice, sí, es por acá, pero veni a las 11. (cara de y ahora?)

Decido volver al punto de encuentro, recorro las cuatro esquinas, y veo que había un segundo bar, llegue?, entro con desconfianza, y a lo lejos veo una larga mesa. Todos muy concentrados, ocupo mi lugar (10.30hs).

Moraleja: no pienses sólo en un Starbucks cuando te citen en un café.

Mauro Lucatelli